Hoy os traemos, de nuevo, un report al Valle. Darth Vid os hace un resumen de lo que fue la jornada de presentaciones de Star Wars Unlimited del pasado sábado en Madrid.
Saludos, seguidores de ambos lados de la Fuerza. Si tuviéramos que elegir una frase para expresar lo que hemos sentido este fin de semana, estoy seguro de que la mayoría diría «estamos de vuelta». Ya sé que El Valle del Jedi volvió hace meses; me refería a que estamos de vuelta en las mesas de juego, con cartas de Star Wars, y con el juego que nos ha devuelto a la acción, Star Wars Unlimited. Era el fin de semana de las presentaciones, de olvidarnos de simulaciones computarizadas y de (¡por fin!) rasgar sobres, respirar hondo pensando en lo que puede haber dentro, tocar cartones, celebrar los grandes hallazgos, maldecir cuando te sale broza sin límite, y, sobre todo, divertirte frente a tu compañero de partida, al que has podido estrechar la mano antes de empezar la acción. Los nervios, las disculpas por no dominar muy bien el juego, las dudas, las bromas y todo eso que forma el ambiente de una tienda cuando hay torneo. A ello debo añadir, personalmente, la gran emoción de reencontrarme con mis compañeros del Valle (la parte madrileña, al menos) en este contexto, y con viejos (por el tiempo transcurrido, no porque ellos lo sean :D) conocidos de los tiempos de SW LCG. La verdad, y aunque suene tópico os aseguro que lo digo de todo corazón, yo no podía pedir más a un día de torneo, así que, antes de empezar la primera partida, ya había ganado los mejores premios.
Respecto a lo que podríamos llamar puramente cartonil, mi experiencia fueron dos eventos de presentación, ambos el sábado 2 de marzo, y ambos en la Comunidad de Madrid. Por la mañana estuvimos en Dracarys (Alcobendas) y por la tarde en Libertalia (Móstoles), dos tiendas en las que nunca había jugado y de las que me llevo buena imagen; volvería sin pensarlo, aunque me pillan bastante lejos, pero vi buen rollo por parte de los que parecían habituales y también por parte de quienes las llevan, y son dos conceptos que, para mí, son muy importantes. Los eventos, por si alguno no sabe aún cuál es la mecánica, consistían en abrir una caja de presentación, cuyo contenido eran seis sobres, dos promos (una de Vader y otra de Luke líderes), una caja de cartón para mazos y unos tokens de cartón para daños, iniciativa y acción épica. Un conjunto muy chulo y bien presentado con todo lo necesario para jugar. La primera impresión es de un juego cuidado y con atención a los detalles. El siguiente paso era abrir tus sobres (recordad que cada sobre contiene siempre un líder y una base) y montar un mazo de, al menos, treinta cartas. Un apunte para los que aún no hayan abierto sobres: las cartas de experiencia y de escudo están por detrás de las bases. No hagáis el canelo como yo buscándolas aparte por la caja, y diciendo en voz alta que no vienen…
Soseth y Saibot en Libertalia. A tope.
Mi primer mazo fue con Krennic al frente, que me daba los aspectos de Vigilancia y Villanía, y como base el Centro de Mando que me proporcionaba, curiosamente, el aspecto Mando. Así que tenía un mazo azul y verde con el que buscaba controlar, haciendo daño con mis unidades dañadas gracias a Krennic, al que podría desplegar rápidamente ya que hacen falta cinco recursos y tenía la opción de jugar el Reabastecimiento, al tiempo que gracias a Un momento de paz podía conservar más tiempo a Krennic vivo (llevaba dos copias de cada uno de estos eventos) y así aprovechar su Recuperación cada vez que atacaba. El resultado he de decir que no fue malo, aunque debido a la naturaleza controladora del mazo y a que, al ser una presentación, muchos no teníamos aún la soltura ni el conocimiento de las cartas como para ir rápido, las dos primeras partidas no las terminé. Creo que una de ellas estaba bien encarrilada, y la otra, que me estaba resultando muy interesante, sí que quedó más en el aire: podría haberse inclinado en cualquier dirección. La tercera y última de la mañana la perdí; mi rival supo hacerme daño desde el principio y fui incapaz de desplegar una fuerza suficiente, así que, en vez de controlar, fui remando contracorriente hasta que él tuvo la capacidad de destrozar mi base sin que yo pudiera oponerme (dos turnos antes de perder, yo no tenía ninguna unidad en ninguna de las dos arenas).
Soseth (que chupó mucha cámara) y Darth Vid. Queríamos que se viera
el póster de Masters del Universo detrás, pero como somos así de listos lo tapamos entero...
Por la tarde estuve tentado de hacer un mazo con Leia, pero cuando hice el recuento de cartas Rebeldes no me parecía que tuviera suficientes para que me saliera rentable. Así que, inevitablemente, los inquisidores me atrajeron como porgs asados a Chewbacca, y es que tenía al Gran Inquisidor, dos copias del Quinto Hermano, una de la Séptima y un Sable de luz de caído. Así que se avecinaba mazo de Agresividad y Villanía, que además es lo que empecé a jugar, allá por los tiempos del TTS y eran las cartas que mejor me sabía. Reconozco, eso sí, que nunca me ha terminado de convencer lo de dañar mis propias unidades, así que pensé: si vamos a meter inquisidores, metamos al verdadero jefe de todo esto. Y así es como decidí jugar con Vader. La otra parte sería, de nuevo, Mando, ya que tenía frescas muchas cartas verdes y esperaba poder desplegar unidades poderosas una vez que tuviera recursos en la mesa… ¡y vaya si iba a ser así!
Kylar...Siempre sexy.
Es cierto que en la primera partida me tocó contra un Luke muy correoso, y que mi oponente (aprovecho aquí para pedir disculpas a los seis compañeros con los que jugué por no recordar sus nombres. Les agradezco el buen rato, la simpatía, la paciencia y espero volver a verlos en futuros eventos) supo manejar muy bien. Lo poco que pude desplegar no tardó en morir y mi Vader salió a mesa muy solo y cuando ya era muy tarde. Sin embargo, en las otras dos partidas sí que pude hacer algo de mesa y lograr que mi Lord Oscuro estuviera bien acompañado cuando se presentó en la arena. Recuerdo especialmente interesante la habilidad del Tie Avanzado, ya que Vader con dos tokens de experiencia se convierte en una mala bestia muy difícil de parar; si además está acompañado de sus subordinados inquisidores, o de un AT-ST, el golpe es demoledor. En las dos partidas el mazo hizo honor a su aspecto y fue muy agresivo, pero también pude comprobar que, en los pequeños detalles, es donde puede decidirse una partida. Me refiero concretamente a la habilidad de Vader, que pude poner en práctica en casi todos los turnos en estas dos partidas, y que, poco a poco, va minando la salud de unidades y bases rivales, de modo que, cuando estás preparado para asestar grandes golpes, la partida se resuelve en poco tiempo.
Las conclusiones que pude sacar de las partidas, teniendo en cuenta lo particular del formato y que, a todos los efectos, soy un novato en el juego, fueron:
-El control mola, pero tienes que tenerlo muy claro, porque al final el juego va de destruir la base del oponente, y si te pasas de controlar te puedes quedar sin tiempo, o sin trucos.
-No desprecies los pequeños golpes; puede ser la diferencia entre acabar con una unidad molesta o que te siga amargando la vida unos cuantos turnos más.
-La iniciativa es algo muy importante. A veces, aunque te quede alguna unidad preparada, puedes sacar mucho más beneficio adelantándote a tu oponente en el siguiente turno que golpeando con esa unidad.
-Como en cualquier juego de cartas, y a raíz de lo que he dicho sobre la iniciativa, siempre es preferible ir un turno por delante en tu cabeza; es decir, planificar, y no ir solamente reaccionando a lo que hace tu oponente.
-No he hecho estadísticas, pero me dio la impresión de que el juego se inclina más por la arena terrestre que por el espacio. ¡Cuidado! El gran problema puede venir por donde menos te lo esperas. No descuides ninguna arena, ni en la partida ni, por supuesto, al construir el mazo.
-Mucho ojo con la Recuperación; la pequeña navecita que dices, «buah, sólo me pega de uno», es la que está haciendo que no consigas destruir la base enemiga. Y a los Centinela te los tienes que quitar de encima cuanto antes; te puede ralentizar mucho la partida y terminar por arruinar tu estrategia. Recuerda también que cualquier weenie se puede ciclar gracias a los tokens de experiencia, o los escudos, que en este juego son muy poderosos al parar todo el daño.
En resumen, y para ir terminando, la jornada de presentaciones del sábado resultó de lo más agradable, con un significado especialmente emotivo para mí ya que suponía un regreso a las mesas de juego que abandoné en 2019 con el último nacional de Destiny al que acudí (y creo que el último que hubo). Pero, sobre todo, me gustó el juego, que, con una estructura que podríamos llamar sencilla, ofrece un amplio abanico de posibilidades y asegura diversión ambientada en nuestra Galaxia favorita. Sólo nos falta desear que estos eventos sean los primeros de muchos, y que la Fuerza nos acompañe.
Nos vemos en las mesas.
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